Estamos cansadas de oír eso de ‘se te va a pasar el arroz, ¿para cuándo el bebé?’ Pues, queridas amigas, se acaba de demostrar que ser madre tardía nos hace más longevas o, por lo menos, nos hace tener más posibilidad de cumplir muchos años.
Así lo he leído en la web de Muy Interesante y el estudio en cuestión ha sido recientemente publicado en la revista Menopause. En el proceso, los científicos han comparado los datos de 462 mujeres, con unos resultados inesperados.
Y es que, según parece, las madres que tuvieron su último hijo entrada la treintena tienen el doble de probabilidades de superar los 95 años que aquellas que lo tuvieron antes de los treinta. ¡Ahí es nada!
Aunque tampoco es plan de hacernos eternas, al menos en mi caso, no está nada mal tener a mano esta información para poder callar ciertas bocas de vez en cuando, ¿no creéis?
A pesar que aún son necesarios más estudios para descubrir los motivos de este hecho, la cosa es que los resultados están ahí y, a no ser que queráis ser madres en la veintena, no os preocupéis por hacerlo superados los treinta. El bebé nacerá sano como una pera y a vosotras os espera una larga vida a su lado.
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