El corazón es conocido como el “rey de los órganos vitales”, y esta fama se debe a dos factores principales: el primero, que es el encargado de bombear sangre a todo el cuerpo, y el segundo, que ha sido desde antiguo el emblema del amor.
Por tanto, resulta curioso que para cuidar la salud de nuestro corazón debamos actuar en esos dos frentes: el físico y el emocional, ya que los sentimientos y emociones fuertes alteran repentinamente el ritmo cardiovascular, demandando un mayor flujo de sangre que conmociona a todo el cuerpo. Así pues, un buen corazón, sano y joven, debe ser mimado orgánica y emocionalmente.
Cuidados físicos
- Cumplir al menos con el 80% de los cuidados que debemos tener con la sangre, ya que ésta es la materia prima con la que trabaja el corazón.
- Caminar un mínimo de 30 minutos diarios, o correr 10 minutos, o pedalear en bicicleta 30 minutos. También puedes apuntarte a clases de baile, ya que la danza es un ejercicio muy completo.
- Evitar las grasas, frituras, azúcar, alcohol y tabaco.
- Moderar el consumo de sal, ya que empeora los casos de hipertensión arterial.
- Hacer periódicamente ejercicios de respiración.
- Ten siempre en casa un medidor de tensión para controlarla, y poder recurrir a tu médico a tiempo si lo necesitas.
Cuidados emocionales
- Desarrolla un buen carácter. Los enfados y las emociones negativas pueden afectar a tu corazón. En caso de insuficiencia cardíaca, una discusión puede ser mortal, por lo que es imprescindible desarrollar un buen carácter para ser impermeable a las dificultades, estar sanos y resolver los asuntos con más calma y sabiduría.
- Aprende a decodificar con serenidad tristezas y alegrías. Los sobresaltos, sobre todo si suceden muy a menudo, hacen trabajar más el corazón y con cambios de ritmo radicales y repentinos.
- Sé seria, responsable y cautelosa en tus relaciones de pareja, ya que las rupturas siempre son dolorosas. Lo peor es acostumbrarse a sufrir y pensar que nunca encontraremos a la persona ideal. El corazón no puede mantenerse sano y joven si vive en un estado crónico de depresión.
- Ríe más, pero con ganas, a carcajadas, pues hacerlo oxigena la sangre y fortalece los músculos del corazón.
- Vive en armonía con la familia, porque es la fortaleza en la que podemos refugiarnos cuando tenemos problemas fuera de casa. Si en el hogar hay paz y alegría, el corazón puede soportar cualquier tipo de contratiempo o problema, ya que el apoyo y amor de los familiares es un bálsamo curativo.
Salud orgánica: cuidado de la sangre – Salud orgánica: cuidado de la mente
Foto | HeyDanielle
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