Terminemos de una vez con la lista que, aunque no os lo creáis, no es tan larga.
La sal. Sí vale, comer sin o con poca sal es soso y cuesta de tragar, pero si la tomamos en exceso estaremos favoreciendo la retención de líquidos y la aparición de celulitis. Las células grasas se anegan de agua, evitando que los líquidos que contienen toxinas y grasas listas para ser eliminadas por el organismo se drenen, provocando así los indeseables nódulos de grasa en los muslos. Una opción puede ser sustituir el extra de sal por hierbas aromáticas o unas gotitas de limón.
Las grasas prohibidas. Quedan completamente prohibidas, si no queremos tener anchas las caderas, las grasas saturadas, las transgénicas y las animales. Se encuentran en lácteos, carnes especialmente grasas, embutidos, mantequillas e incluso en la margarina. Sin embargo, no podemos eliminarlas todas así de buenas a primeras, ya que junto a los hidratos de carbono y las proteínas son los ladrillos con los que se reconstruye nuestro cuerpo. Suprimirlas por completo haría que perdiéramos resistencia corporal y demás trastornos. Lo mejor es reducir su consumo y optar por alimentos menos calóricos: aprovechar la pechuga de la carne y tomar lonchas de jamón york o pechuga de pavo en lugar de abusar del jamón serrano y el fuet.
Los fritos. Debemos intentar evitarlos a toda costa, escogiendo mejor verduras crudas, cocinadas al vapor o con un wok. Incluso sin tener problemas de celulitis, consumir demasiado aceite no es saludable, ya que a la larga obstruirá vasos sanguíneos y favorece la aparición de problemas circulatorios, además de aumentar el nivel de colesterol malo.
Las bebidas gaseosas y el alcohol. Las bebidas gaseosas poseen agua carbonatada que aumenta la producción de toxinas y la conocida sensación de estómago hinchado a causa de los gases. Pero más perjudiciales son las bebidas efervescentes que nos reservamos para los fines de semana. No sirve de nada estar toda la semana machacándose con la dieta y/o el gimnasio si en los fines de semana no reducimos el consumo de alcohol. Debemos saber que éste engorda tanto o más que muchos de los platos más calóricos, destruye las neuronas y desgasta el hígado y los riñones, evitando que los deshechos se filtren y eliminen correctamente.
El café. Abusar de la cafeína, además de los riesgos que entraña de por sí (taquicardias, dificultar la circulación sanguínea) causa una sobreproducción de adrenalina en las glándulas suprarrenales que se traduce en una sobrecarga para el riñón, lo que provoca que no filtre bien la sangre beneficiando así la acumulación de toxinas y grasas.
Imagen: perder-peso
María says
Muchas gracias por dar a conocer sobre estos alimentos que influyen en la celulitis. Habrá que controlarlos y controlarse 🙂
Un abrazo
Ana Pérez says
Hola María,
gracias a ti por estar con nosotras 😉
Un saludo.