Saciar el hambre sin darte cuenta

A todas nos pasa, en mayor o menor medida, que hay días en los que tenemos un hambre voraz antes de que llegue la hora de comer. Pero si logramos ‘engañar’ a nuestro cuerpo con una serie de alimentos adecuados, os aseguramos que os saciaréis con mucho menos de lo que pensáis. Perfecto, ¿no?

Según un estudio realizado por la revista Consumer, comer un poco de pan integral con atún se convierte en el tentempié ideal. Lo mismo ocurre con las piezas de frutas lavadas y sin quitarles la piel, si las ingerimos justo antes de las comidas principales, sin olvidar las ensaladas, las cremas vegetales o los purés de verduras. Todos estos alimentos nos aportan fibra, que provoca la sensación de saciedad y borra de nuestra mente las ganas de comer.

Y es que los alimentos ricos en fibra, como es el caso de los carbohidratos complejos, las proteínas y el agua gozan de un altísimo índice de saciedad. No ocurre lo mismo con los alimentos ricos en grasas, que nos hacen comer en exceso para poder calmar el hambre.

Otro truquito a tener en cuenta es comer, a media mañana, un pequeño bocadillo de pan integral con jamón serrano o salmón, puesto que aportan la ya mencionada fibra además de proteína. Y es que los expertos recomiendan que incluyamos siempre algo de proteína en las comidas principales dada su capacidad para saciar. Esto no quiere decir que siempre tengamos que comer pescado, carne o huevos como platos fuertes. Además, disponer de platos con capacidad única de porciones integrales nos ayudan bastante a no comer tanto.

Por último, debemos tener en cuenta que dependiendo de cómo cocinemos los alimentos nos saciaremos antes o después. Si la cocción es larga, los alimentos ricos en carbohidratos quedarán predigeridos, con lo que podremos absorber sus azúcares y densidad nutritiva más rápido, saciándonos bastante antes. Y siempre ten en cuenta esto, no es lo mismo beberse el zumo de tres naranjas que comerse las piezas de forma independiente.

Imagen: lapatilla