En fin, que se vende mundialmente a través de la página oficial de shewee con todas las facilidades para el pago del mismo y en interesantes variedades a tener en cuenta.
¿Qué aún no sabéis de qué estoy hablando? Pues del trozo de pvc que nos ayuda a orinar de pie sin tener que sentarnos ni ponernos en cuclillas (en caso de no poder aguantar y tener que hacer pipí donde nos pille).
Su modo de empleo es sencillo: te bajas la bragueta si llevas pantalones o subes la falda, retiras las braguitas, te pegas la especie de embudo de plástico en la vulva, orinas, apuntas el chorrillo dónde quieras (a ser posible lejos de tus pies), cuando terminas retiras el shewee (que tiene la característica de no permitir que queden gotitas) y lo guardas en su bolsita para momentos futuros, te secas, vistes y listo.
Realmente no sé hasta qué punto esto es higiénico y si fomenta o no el orinar donde bien nos venga en gana… como tantos hombres… pero la cosa es que, como regalo geek, tiene su gracia. Y vosotras, ¿os lo compraríais?
Imagen: shewee