Quizá hayas vuelto de vacaciones con unos kilitos más fruto de las tapitas, las raciones en el chiringuito de playa, las cenas con amigos o los helados de media tarde. En verano, sobre todo en los días en los que uno tiene para desconectar del trabajo, nos relajamos un poquito más en lo que a cuidar la linea se refiere, y eso está bien, pero ahora es el momento de quitarnos de encima ese lastre que no queremos cargar el resto del año.
Ha llegado el momento de cuidar un poco nuestra alimentación y sobre todo, hacer algo de ejercicio. Correr es un ejercicio muy completo que nos ayudará a quemar calorías y a ponernos en forma.
Hoy te traemos unos cuantos consejos para que empieces con buen pie.
– Bebe, bebe y bebe: cuando hace calor hay que beber al menos 2 vasos de agua más de lo habitual. Si vas a salir a correr por la mañana temprano, hidrátate bien durante el día anterior. La regla básica es que hay que ingerir entre medio litro y un litro de líquido por hora de ejercicio, o 180cc cada 15-20 minutos. Hay que asegurarse una correcta hidratación con líquidos que contengan electrolitos, puesto que se va a perder sudor con una gran cantidad de sales.
– Corre muy pronto o muy tarde: algunas personas quedan para correr por la mañana muy temprano sobre todo cuando las temperaturas de la zona en la que estés sean muy elevadas. Si no puedes o no te gusta madrugar, puedes ir lo más tarde posible.
– Planifica los entrenamientos: corre en un parque que tenga fuentes de agua o en un recorrido con tiendas de alimentación donde puedas comprar una botella de agua. Una posibilidad es programar tu entrenamiento incluyendo sitios donde puedas rellenar las botellas de agua o dejar incluso dejar alguna escondida en tu recorrido. Otra alternativa es realizar una ruta circular y pasar varias veces por delante de tu casa, dejando agua en el buzón, por ejemplo.