Pudimos conocer las duras condiciones que varios presos españoles sufrían y padecían en la que está catalogada como la peor y más peligrosa prisión de Bolivia. Casi todos los internos de España cumplían condena por tráfico de drogas y el programa ‘Encarcelados’, de La Sexta, conseguía conmovernos con la historia de estos hombres y mujeres españoles.
Aunque cada una de las vidas que aparecieron en pantalla nos mostraron un relato terrible que les había conducido hasta la cárcel boliviana, el caso de María Dolores Sánchez, conocida como Lola, conseguía romper hasta el corazón más gélido. Esta madre española, atrapada por la miseria de la crisis española, optó por ejercer de ‘mula’ y traer droga desde Bolivia, para pagar la hipoteca de la casa familiar y evitar un desahucio.
Lola fue detenida y condenada a 8 años de reclusión en la cárcel más escabrosa de Bolivia, el Centro Penitenciario de Palmasola, un ‘pueblo’ en el que impera la ley de la corrupción y las mafias y donde cada preso debe pagar incluso por el derecho a ir al baño.
En estas circunstancias, Lola ha pasado cinco años en esa prisión y finalmente su casa fue embargada y su familia desahuciada. Ahora, la presa española, sufre un cáncer de mama en fase terminal y no recibe ningún tipo de tratamiento médico. Sus hijos han iniciado una campaña a través de Change.org para solicitar al Gobierno de España que traiga a Lola de vuelta, que pueda recibir tratamiento médico y pasar sus últimos días con su familia.
Miles de personas han firmado ya esa petición, realizada al Ministro de Asuntos Exteriores, José Margallo. El hecho no tiene más vuelta de hoja, es una cuestión de humanidad y de respeto a los más elementales fundamentos de la dignidad humana.
Imagen: Change.org