Aunque de momento nos esté haciendo un tiempo de locos, queda muy poco para la llegada del verano y el buen tiempo en general. Y, por supuesto, queremos tomar el sol manteniendo siempre en cuenta las medidas de seguridad oportunas para que los rayos ultravioletas no nos dañen la piel.
Además de las protecciones a tener en cuenta cuando nos pongamos a tomar el sol, podemos ir preparando nuestra piel antes de la llegada de dicho momento.
Hemos de reconocer que conseguir unir sol y cutis sin manchas es algo difícil. Aún así lo ideal es mantener una dieta rica en carotenos (verduras de hoja verde oscura, hortalizas, frutas cítricas, amarillas y anaranjadas) y frutos secos (fuente de ácidos grasos esenciales).
Además, podemos conseguir que nuestra piel esté preparada para recibir los rayos del sol con tal solo 15 días de antelación. Durante esas dos semanas debemos usar cosmética oral antioxidante –tipo Arkosol– para adquirir buen color y reforzar nuestras defensas dérmicas. Y, por supuesto, no debemos dejar de aplicarnos un protector solar 50+ con color a diario.
También podemos consultar con nuestra farmacéutica cual es el mejor fotoprotector para nuestros objetivos, pues existen algunos con autobronceador que ayudan a conseguir más fácilmente el color tostado.
Tampoco debemos olvidar que hay que evitar las horas centrales del día, de 12 a 16h, pues en ese rango horario los rayos ultravioletas caen sobre la Tierra con mayor intensidad y pueden resultar perjudiciales si nos exponemos a ellos de forma continuada. Eso sí, el grupo de vitaminas C y E, a una concentración de entre el 10 y el 15%, complementan a los fotoprotectores y evitan el fotoenvejecimiento, es decir, arrugas, manchas y la temida flaccidez.
Imagen: media.merchantcircle