No, no nos hemos olvidado. Aquí os dejamos los otros cinco consejos.
6. Consulta con el médico. Muchos fármacos tienen como efecto secundario el estreñimiento. Es aconsejable acudir al médico de cabecera y exponerle todo lo que tomas, tanto lo que te ha mandado el especialista como lo que hayas comprado por tu cuenta en la farmacia. Puede que estés duplicando medicación, por lo que el médico podrá eliminar el que sobre o sustituir un fármaco por otro que no provoque estreñimiento. Eso sí, prohibido totalmente automedicarse.
7. Obedece la llamada de la naturaleza. Es un tremendo error no ir al baño si tienes prisa o no es el momento ni el lugar oportuno. Está demostrado que ‘aguantar las ganas’ provoca perder el reflejo gastrocolónico y estreñirse. Así que, olvida el corte y si has de hacerlo en la oficina lo haces y punto.
8. Consume salvado de trigo. Por si aún queda alguna que no lo sepa, el salvado de trigo es la parte externa del grano de trigo, lo que protege al grano, y es una importante fuente de fibra insoluble. Comparado con otros cereales, es el que más fibra contiene, debido a que los productos realizados con salvado se realizan exclusivamente con la cubierta externa del cereal y no el grano completo, lo que diluiría el efecto de la fibra. Además, el salvado de trigo posee las vitaminas (ácido fólico, vitaminas del grupo B y vitamina E), minerales (hierro, magnesio, zinc y calcio) y antioxidantes (polifenoles).
9. Bebe mucha agua. Es imposible ir al baño si no le aportamos al organismo el líquido que necesita. Se necesitan diariamente dos litros de líquido al día (incluso más, dependiendo de la actividad física que realices). Lo ideal es que el líquido en cuestión sea agua, aunque también puedes tomar cualquier cualquier bebida sin cafeína y sin calorías, a las infusiones y a los zumos sin azúcar.
10. Olvídate del tabaco y del alcohol. No es cierto eso de que fumar ayuda a ir al baño. De hecho, no fumar mejora el tránsito intestinal. Y si sufres estreñimiento deberás despedirte del alcohol pues estriñen. Limítate al vaso de vino en la comida o en la cena como máximo.
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