Evelyn, el nombre de pila de la protagonista de esta noticia, es consciente de que por muy bien que se encuentre, no le quedan muchos momentos en los que poder desfasar y, tras una vida plena llena de buenas fiestas y momentazos, el día de su cumpleaños no iba a ser menos.
Se dio unos cuantos caprichitos en la Ciudad del Pecado como gastarse la pasta en los casinos, tomarse unas copichuelas, fumar algún que otro cigarrillo, hacerse fotos al estilo gangsta y, por supuesto, pegarse un festín de cangrejo, su plato favorito.
Pero eso no es todo, pues como broche de oro a esta espectacular celebración (y es que no es para menos, a ver quién llega con su estilazo a los 103 años, señoras), Evelyn se tatuó un coqueto corazón rojo. El primero de toda su vida y quien sabe, puede que le haya cogido el gustillo y no sea el último.
El encargado de dar a conocer las ‘fechorías’ de esta entrañable mujer ha sido nada más y nada menos que su mismísimo nieto a través de su muro de Facebook. Eso es tener una abuela marchosa.
¡Feliz cumpleaños Evelyn Kottman! El año que viene me llamas que me apunto 😉
Imágenes: 20minutos