La piel que rodea los ojos es más fina que la del resto del rostro, por lo que hay que tratarla con más delicadeza si cabe. Si queremos evitar un envejecimiento prematuro tendremos que modificar nuestros hábitos además de emplear cosméticos hidratantes y nutrientes específicos para la zona en cuestión.
Muchas os preguntaréis el motivo de la aparición de bolsas o hinchazón en los ojos. Los motivos son sencillos: falta de sueño, estrés o cambios hormonales que provocan una ralentización en la microcirculación sanguínea en la piel que rodea y cubre los ojos. En el caso de las ojeras, su aparición se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos de los párpados y podremos evitarlas estimulando la circulación en la zona ocular.
Os dejamos unos truquitos:
- Eleva la cabeza. Si duermes con la cabeza ligeramente elevada estarás evitando la acumulación de líquido en los párpados y alrededor de los ojos.
- Frío. Una manera eficaz de estimular la circulación sanguínea consiste en lavarnos la cara con agua bien fría (también podemos aplicarnos en los ojos una gasa empapada en manzanilla fría). Además, resultan sumamente eficaces las bolsas de gel que se enfrían en la nevera y se venden en farmacias.
- Sal. Todas sabemos que tomar demasiada sal en las comidas no es sano. Si además nos pasamos con ella en las cenas, estaremos promoviendo la retención de líquidos con su correspondiente hinchazón posterior.
- Cosméticos. Los mejores para evitar ‘daños’ en la zona de interés son aquellos que contienen principios activos descongestionantes y drenantes que, además, favorecen el rejuvenecimiento de la piel.
- El inexorable devenir del tiempo. El continúo parpadeo, gestos característicos ante el sol y el paso del tiempo dejan su huella en nuestra piel en forma de arrugas (patas de gallo). Para estos casos los productos más adecuados son los antiaging, que aplicaremos dos veces al día, por la mañana y por la noche.
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