Una cosa es eliminar el vello que nos moleste y nos haga sentir mejor y, otra muy distinta, es quedarnos ‘barbilampiñas’ desde la cara a los pies. Por muy increíble que os pueda parecer, el vello en el ser humano tiene una función muy útil.
Entre estas funciones cabe destacar una de las más importantes, que es la protección de la piel, ya sea ante los rayos del sol, golpes, roces, cortes, sudor, etcétera. Sí, el pelo nos ayuda a mantenernos sanas más de lo que creemos. Es capaz de amortiguar golpes y rozaduras que, sin él, dejarían bastante mal parado el cuerpo. Por otro lado, con el sudor hace maravillas pues ayuda a mantener la temperatura ideal corporal (aunque esté extendido que por su existencia sudemos, algo que no se corresponde con la realidad).
Pero volviendo al tema de la depilación integral genital, la AEDV nos demuestra que sin vello en nuestras zonas íntimas, tenemos muchas más probabilidades de padecer infecciones y enfermedades de transmisión sexual que si nos lo dejamos.
En la pareja sería ideal que ambos mantuviéramos parte de nuestro vello púbico para evitar el contacto directo piel con piel en dichas zonas. Los preservativos nos protegen de un pequeño (aunque importante) porcentaje de enfermedades de transmisión sexual pero no protege en absoluto la zona púbica. Sin vello en el área mencionada nos exponemos a todo tipo de infecciones, condilomas (verrugas, papilomas), herpes (fiebres), emepeines (hongos, tiñas) impétigos (infecciones bacterianas estafilocócicas o estreptocócicas) e incluso la sífilis.
Dicho esto, amigas, depilaros coquetamente pero mantened algo de vello protector.
Imagen: ellahoy