Cuando no hablan de hacer ejercicio normalmente nos redirigen al ejercicio aeróbico pero, ¿qué es exactamente? Se trata de la actividad física que, debido a su grado de intensidad, requiere gran cantidad de oxígeno para su mantenimiento. Este tipo de ejercicios son muy extensos, abarcando desde intensidades altas en el que se antepone el trabajo anaeróbico a intensidades medias o bajas.
Realizando ejercicios aeróbicos el cuerpo hace uso de gran cantidad de oxígeno a modo de combustible, lo que provoca que nuestro organismo se oxigene por completo y logremos mejorar la respiración corporal además de poner en tono nuestros órganos y musculatura.
El ejercicio aeróbico es muy beneficioso para la salud; cabe destacar, especialmente, tres de estos beneficios:
- Mejora el funcionamiento cardiovascular, tanto si estás sana como si padeces hipertensión o cualquier patología relacionada con el corazón.
- Nos ayuda a eliminar grasas no deseadas, como es el caso de la corporal y la subcutánea (especialmente en personas con sobre peso u obesidad). Eso sí, para lograr la reducción de grasa corporal es indispensable que el ejercicio aeróbico sea intenso y constante durante márgenes altos de tiempo.
- Reduce los niveles de colesterol y la presión sanguínea. Ocurre lo mismo que en el caso anterior, para lograrlo debemos ser constantes y sistemáticas con la rutina de ejercicios.
Y ahora te preguntarás, ¿cuáles son los ejercicios aeróbicos? La respuesta es sencilla, desde las clases monitoreadas de aerobic hasta caminar, nadar, hacer jogging, correr, bailo terapias, pedalear…
Imagen: lexleader