Hace apenas uno días se celebró la boda del hijo de la princesa Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, una boda bastante esperada a pesar de que ellos la catalogaron como una ‘discreta’ y privada boda (de 400 invitados nada más y nada menos, que no son pocos precisamente), y es que no querían hacer una boda por todo lo alto, simplemente mantenerse fiel a su estilo.
Tatiana Santo Domingo, ahora la mujer de Andrea, evidentemente, fue fiel a su estilo, bastante sencilla, cosa que no sorprendió a los entendidos de la materia, pero lo que si es cierto es que ambos brillaron como estrellas en este día tan importante.
El vestido de Tatiana es un vestido de encaje de Missoni, precioso, muy suelto y hippie. El añadido del pelo suelto y la corona de flores terminó por darle ese punto desenfadado y, como hemos dicho, hippie al atuendo de la novia, iba preciosa. Eso sí, a pesar de que su maquillaje también fue muy natural, iba un poco más maquillada de lo normal ya que el evento lo requería.
Sinceramente, me ha encantado el estilo de ambos novios, ese estilo boho que los caracteriza desde que empezaron su relación, un estilo desenfadado, pero no dejado, que es muy distinto, algo que no estamos acostumbrados a ver en una familia real. Obviamente, las críticas que recibirá la pareja serán muchísimas, sobre todo de los aficionados a los bodas reales, pero si ellos están contentos con este tipo de enlace y de vida, ¿Quiénes somos nosotros para criticarlo?